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viernes, 20 de febrero de 2015

¿NUEVAS PROFECIAS?

¿NUEVAS PROFECIAS?

(20 de Febrero de 2015)

Ultimamente seguimos escuchando a cientos de personas que están buscando “una palabra de profecía” y líderes religiosos ofreciendo sus falsas profecías a naciones, gobernantes, iglesias, familias e individuos.
Sin embargo, debemos de preguntarnos: ¿Está la revelación profética que Dios nos ha dejado en la Biblia completa? o, ¿hay necesidad de más revelaciones?
La palabra que se usó bajo el Antiguo Testamento para profeta, fue -navi-, que significa “el que ha recibido una revelación del futuro para darla a conocer, un visionario o el que anuncia los oráculos futuros de Dios”.
A los profetas hebreos se les advirtió no “adivinar” o consultar técnicas o maniobras para obtener información acerca del futuro fuera de la revelación directa de Dios: “Porque estas naciones que vas a heredar a agoreros y a adivinos oyen, mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios” (Deuteronomio 18:24).
“A causa de los profetas mi corazón está quebrantado dentro de mi... os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón... pervirtieron las palabras del Dios viviente” (Jeremías 23:9,16,36).
¿Por qué Jehová estaba enojado con estos pseudo-profetas? Porque comenzaron a dar profecías falsas que no provenían de El, sino de su propia imaginación y de sus corazones desviados.
Pero, debemos preguntarnos: ¿Por qué es el futuro tan impenetrable a los seres humanos? ¿Por qué (como parte de la creación) fue el ser humano confinado a vivir dentro de un tiempo linear y en el presente?
En primer lugar, porque Dios ha escogido distinguirse El mismo del mundo a través de su capacidad o poder de ver el futuro.
Solo Dios puede saber el principio y el final de todas las cosas.
Esto es muy significativo, porque es una capacidad única que solo le pertenece al Dios de la Biblia, nadie más en el universo tiene este poder: “Traigan, anúnciennos lo que ha de venir, dígannos lo que ha pasado desde el principio y pondremos nuestro corazón en ello” (Isaías 41:22).
Ha sido y es por la misma rebelión de su pueblo que Dios permitió y sigue permitiendo charlatanes que los engañen con profecías falsas:
“Porque vendrá tiempo cuando no querrán escuchar la sana doctrina, sino que TENIENDO COMEZON DE OIR, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias y APARTARAN DE LA VERDAD EL OIDO y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4:3-4).
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras...” (2 Pedro 2:1).
Actualmente la mayoría de las iglesias están llenas de falsos profetas que anuncian falsas profecías, las cuales el pueblo de Dios recibe como verdaderas palabras de Dios, ¿por qué? ¡Porque no quieren estudiar sistemáticamente las Escrituras!
El cristianismo actual todo lo quiere de inmediato, muy poca gente esta discipulándose ni tomando en serio a Dios, por lo que el mensaje del evangelio se ha diluido en una predicación fácil y barata.
La segunda razón es porque el corazón humano es “engañoso y perverso sobre todas las cosas” (Jeremías 17:9).
En contraste, las profecías bíblicas son inspiradas por Dios, ciertas y verdaderas, por lo cual Dios, aparte de lo que está escrito en la Biblia, ya no tiene nada que decirnos acerca del futuro, ¡todo está contenido en las Sagradas Escrituras!
“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno AÑADIERE estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.
Y si alguno QUITARE de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas escritas en este libro” (Apocalipsis 22:18-19).
Pero alguien dirá: “¿Qué acaso no se nos ordena ¨profetizar¨ en el Nuevo testamento?” (I Corintios 14:1).
Claro que si, pero esta palabra ¡NO QUIERE DECIR ANUNCIAR EL FUTURO!
En los siguientes versículos el mismo Espíritu Santo nos revela que quiere decir profetizar:
“Pero el que profetiza habla a los hombres para EDIFICACION, EXHORTACION y CONSOLACION” (I Corintios 14:3).
Nunca dice, ¡para anunciar el futuro o cosas nuevas que vayan a suceder!
¡Que triste es la situación del pueblo de Dios cuando no comprende lo que Dios nos quiere decir en Su Palabra, por lo que son arrastrados por falsos profetas, falsos apóstoles y falsas profecías!
Es tiempo de estudiar las Escrituras profunda y sistemáticamente, es tiempo de volvernos a Dios y esperar que el Espìritu Santo que mora en cada uno de sus hijos (as) nos hable directamente al corazón cuando tenemos una comunión ininterrumpida con El cada mañana.
Ya no busquemos una “nueva unción”, porque... ¡no la hay! La unción (el Espíritu Santo) que recibimos en el momento de nuestra conversion PERMANECE dentro de nosotros hasta el día de nuestra resurrecciòn.
No es que necesitemos más de Su poder, sino que ¡¡El es el que necesita más consagración de parte de nuestra!!!

Fuente: Dr. Armando Alducinhttp://vidanuevaparaelmundo.org.mx/recursos/noticias_profeticas/2015/febrero-20.html

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