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lunes, 30 de noviembre de 2015

DISCERNIENDO LA VERDAD

DISCERNIENDO LA VERDAD

(27 de Octubre de 2015)

No cabe duda que últimamente hemos sido testigos de cientos de mensajes equivocados que han proliferado en las redes sociales y los medios de comunicación acerca de “profetas” que predicen catástrofes diversas señalando fechas exactas y diversos acontecimientos internacionales y sociales que están por ocurrir, como que en el pasado mes de Septiembre desaparecería el estado de California por un gran terremoto, un meteoro caería en Puerto Rico y que el mundo sufriría un caos económico y social, pues las “lunas de sangre” (de Abril y Septiembre) eran señales de la venida del Señor.
¿Por qué toda esta confusión? Realmente todas estas predicciones solo tienen una raíz: ignorar las Escrituras y trazarlas incorrectamente por una falta elemental de teología escatológica y sistemática.
Jesús nos enseñó a discernir los tiempos (Mateo 16:1-3), o sea, a discernir correctamente las profecías bíblicas relacionadas con los eventos internacionales, pero sin caer en sensacionalismos ni torciendo las Escrituras a nuestro propio parecer.
Es claro que las siete fiestas del Señor dadas al pueblo de Israel eran celebraciones que representaban el ministerio y la persona de Jesucristo, el cual cumplió en su vida cuatro de ellas (Pascua, Panes sin Levadura, Primeros Frutos y Pentecostés), por lo cual las tres que faltan ( Trompetas, Expiación y Tabernáculos, que caen las tres en el mes de Septiembre) tendrán que cumplirse por EL mismo en un futuro cercano.
¿Cómo podemos saber correctamente lo que las Escrituras nos enseñan?
La disciplina filosófica para poder llegar al conocimiento de la verdad se llama “epistemología”, la cual intenta responder a la pregunta: ¿Cómo sabemos lo que sabemos? o ¿Cuál es la base del verdadero conocimiento? ¿Cómo sabemos realmente lo que es verdad? ¿Es la verdad solamente lo que yo creo? ¿Es la verdad relativa para toda la gente o es objetiva y posible de aplicar a toda la gente como una norma universal para la verdad?
Existen diferentes maneras par enfrentar estas preguntas de la epistemología y con diferentes conclusiones.
Sin embargo, este tema puede ser simplificado dramáticamente al considerar bíblicamente que realmente solo hay dos voces en el universo que claman tener la verdad.
Una de estas voces siempre dirá la verdad  (la Biblia) y la otra (Satanás, como el autor de las mentiras, distorsiona, agrega, y mezcla siempre la verdad con la mentira--Juan 8:44).
En el Huerto del Edén, Adán y Eva tenían solamente una voz de información acerca del universo que les rodeaba, pues era la voz pura e inalterable de la verdad.
Ellos escuchaban y eran enseñados por la misma voz del Creador del universo, el único que podía saber el origen de la vida, del universo, de nosotros y del futuro.
Pero cuando comieron del árbol del conocimiento del bien y del mal, obtuvieron el conocimiento del bien y del mal completamente distorsionado.
Fueron engañados por las palabras de Satanás que le dijo a Eva: “¿De veras Dios les dijo...?”, o sea, ¿le van a creer realmente a Dios lo que les dijo?
Más tarde, cuando el pecado entró a sus vidas, Dos le hizo una pregunta a Adán: “¿Quién te dijo que estabas desnudo?”
Claro que Dios sabía la respuesta a esta pregunta, pero El quería que Adán fuera honesto consigo mismo, que entendiera que su reacción estaba basada en la INFORMACIÓN DE UNA FUENTE CORROMPIDA.
Desde este trágico evento, todos los seres humanos de la historia han tenido que enfrentar la decisión de escuchar a una de estas dos voces que representan el bien y el mal.
Actualmente existen varia filosofías que se promueven como verdaderos caminos hacia el conocimiento, como la Nueva Era, las filosofías orientales, el Islam, la teoría de la evolución, el ateísmo, la Ciencia Cristiana, la Cienciología, el materialismo, etc.
Todas estas voces que provienen y tienen su origen en el enemigo de Dios, son caminos equivocados al conocimiento de la verdad, pues fue el Señor Jesús quien dijo: “Yo soy la verdad, el camino y la vida” (Juan 14:6).
El apóstol Juan escribió:
“Ellos son del mundo, por eso hablan del mundo y el mundo los oye.
Nosotros somos de Dios, el que conoce a Dios nos oye, el que no es de Dios no nos oye, en esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error” (I Juan 4:5-6).
Al examinar lo que tu crees acerca de las profecías bíblicas, de la vida y de la realidad, hazte la misma pregunta: “¿Quién te lo dijo?”.

Fuente: http://vnpem.org.mx/recursos/noticias_profeticas/2015/octubre-27.html
Dr. Armando Alducin.